Hola queridas y queridos amigos. Supongo que os habréis
dado cuenta, es obvio desde la última entrada, que no paso mucho por aquí. Debéis
disculparme. Desde que llegue de vacaciones mi vida no ha sido precisamente la
más fácil del mundo. Uno de mis peques no es tan peque, y ha entrado en el
instituto.
Con alegría, porque pasamos muy buenas vacaciones,
comenzamos a preparar los libros. (Un esfuerzo enorme dado los precios y la
crisis). Fatídicamente, el día cinco de septiembre, mi padre falleció.
No se sabe lo que es perder a alguien muy querido
hasta que le pasa a una misma. Por desgracia yo perdí a mi suegro hace diez
años. Lo pasamos muy mal, pero los niños (entonces solo tenía dos) eran muy
pequeños y no se enteraron mucho, o más bien, nada. Ahora ha sido diferente. Ahora la pérdida del abuelo ha sido muy dura.
Tanto, que yo no me esforcé en terminar de preparar las cosas de mi hijo. Ni
las de él, ni la de los otros dos. No he caído en depresión porque aunque soy
pequeñita, soy bastante fuerte. Sin embargo no me veía capaz de sentarme y
comenzar a escribir ninguna historia.
Solo han pasado unos meses y cuando yo creía que no
podía pasar nada más (esta vez no tan grave como lo de mi padre) resulta que
pasa.
El caso y en definitiva, es que en todo este tiempo
me he dado cuenta de algo muy importante. La vida solo se vive una vez y no se
puede caer bien a todo el mundo. Amo a mi esposo mantecoso porque me aguanta.
(lo de mantecoso es broma) Me soporta. Me entiende. Me consuela. Me quiere…. Y podría
seguir la lista.
También amo a mis hijos por los que daría mi vida. Se
preocupan por mí. Me ayudan. Nos consolamos mutuamente. Ellos son mi familia.
Mi razón de vivir…
Sin embargo, no lo son, las personas que te hieren,
que te envidian, que te reprochan miles de cosas cuando ellos mismo saben, que
por ser hija mayor, he hecho muchas cosas sin pedir nada a cambio.
Ahora ya no importa. Solo ofende quien puede, no
quien quiere. Y he comenzado un año nuevo, y por primera vez, he decidido dejar
atrás todo lo que me hace, o me hacía daño.
Y sí, he notado como si mi cuerpo entero descansase por primera vez en
mil años.
He comenzado nuevos proyectos. Nuevas novelas. Y
también he decidido que voy a ir cambiando el blog. Voy a inventar, a reinventar…
voy a ser positiva.
Os mando un abrazo fuertísimo.
Feliz 2014.
Bree.
Pues mucho ánimo en tu nueva andadura Sandra.
ResponderEliminarmuchas gracias Lola. Un besazo.
EliminarAnimo cuñada!! Sabes q estamos aki un besote. Ademas tienes q coger fuerzas para el sobri q esta deseando verte. Cris
ResponderEliminargrracias cris. Yo si que estoy deseando verle, achucharle y besarle. Ya falta muy poquito. besazo.
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